02 octubre, 2011

PAÑUELOS DE HOJALDRE

Hoy es domingo y toca una merienda un poco especial, que para eso es domingo y qué mejor que unos pasteles de hojaldre. Estos los solemos comprar en una confitería de Avilés que los hacen buenísimos, pero hoy me decidí a prepararlos yo, y la verdad es que fueron un éxito, tanto que casi no me quedan para hacer las fotos.

Como a mí el hojaldre se me resiste quise ir sobre seguro y utilicé el comprado, pero si podéis utilizad el vuestro.

INGREDIENTES:

2 láminas de hojaldre

Para la crema de almendra:

100 gr. de almendra molida
75 gr. de azúcar glass.
2 claras de huevo.

Para la yema blanda:

175 gr. de azúcar.
50 cl de agua.
6 yemas de huevo.

Para la glasa:

1/2 taza de azúcar glass.
Unas dos cucharadas de agua.

PREPARACIÓN

Sacamos el hojaldre del congelador.

Encendemos el horno a 200º.
Mientras, preparamos la crema de almendra. Para ello mezclamos en un bol la almendra con el azúcar glass, añadimos después las dos claras de huevo y revolvemos hasta conseguir una crema fina.

Enharinamos un poco la meseta de trabajo y colocamos sobre ella una lámina de hojaldre. No la extendemos. Cortamos el hojaldre en cuadrados, ponemos encima una cucharada grande de la mezcla de almendra y hacemos un triángulo. Fijamos bien los bordes y repetimos  con el reto del hojaldre. También se pueden hacer como si fuesen rollitos.

Los untamos con un poco de mantequilla derretida, los colocamos en la bandeja del horno forrada con papel vegetal y los horneamos a 200º durante aproximadamente unos 20 minutos.

Mientras están en el horno preparamos la yema blanda. Para ello calentamos en un cazo el azúcar y el agua hasta obtener un almíbar de hebra floja. Lo apartamos del fuego para que enfríe un poco y añadimos las yemas de huevo (previamente batidas) poco a poco y removemos bien. Volvemos a ponerlo a fuego hasta que espese. La pasamos por el colador y nos quedará superfina.

Bañamos los pasteles con la crema y los dejamos secar sobre una rejilla.










Cuando hayan secado preparamos la glasa. Para ello echamos en un cuenco el azúcar glass, vamos añadiendo el agua poco a poco y removemos. Tiene que quedar una glasa no demasiado gruesa.

Pincelamos los pasteles y los dejamos enfriar del todo, también sobre una rejilla.