29 febrero, 2012

GARBANZOS CON REPOLLO

Este cocido lo hice en esos días de tanto frío, cuando lo que más apetecía era un plato de cuchara bien caliente. Es un plato contundente, similar a las berzas pero cambiando éstas por repollo y las fabas por garbanzos, tiene un sabor más suave pero igualmente rico. Bueno, en realidad lo hizo mi madre, en esta ocasión yo era pinche y ella la protagonista, se le dan tan bien este tipo de recetas que yo siempre me hago a un lado y la dejo a ella.

¿Sabéis con qué lo acompañé? Sustituí mi trozo de pan por un buen trozo de boroña, mi primera boroña, siempre la hace mi madre pero en esa ocasión me tocó a mí, la tengo pendiente de publicar, con lo que me gusta no puede faltar en mi blog.

Ahora os dejo con la receta, lleva un poco de tiempo pero no es nada complicada. Espero que os guste.


INGREDIENTES:

2 tazas de garbanzos
1 chorizo
1 morcilla
Un trozo de costilla salada
Un trozo de lacón
1/2 repollo
2 patatas
1/4 cebolla
1 cucharadita de pimentón
Un sobre de azafrán
Aceite
Sal (si es necesario)

PREPARACIÓN:

La noche anterior ponemos en un bol grande los garbanzos a remojo en agua tibia (no tiene que estar muy caliente solo un poco tibia) En otro bol ponemos a remojo también la costilla.

Al día siguiente limpiamos bien el repollo y lo cortamos grande, lo cocemos unos 4 minutos, escurrimos y reservamos.

En una pota ponemos el compango (chorizo, morcilla, costilla y lacón) a cocer unos 15 minutos a fuego suave para que suelte un poco la grasa.

En una olla grande ponemos agua a calentar, cuando hierva echamos los garbanzos, los espumamos, añadimos el compango y lo dejaremos cocer una hora aproximadamente.

Mientras, pelamos las patatas y las cortamos en trocitos pequeños.

Ahora hacemos un sofrito. En una sartén ponemos un poco de aceite y añadimos la cebolla bien picada, cuando esté hecha añadimos el pimentón y retiramos del fuego.

Cuando los garbanzos están a mitad de cocción (pasada esa hora) añadimos las patatas, la verdura, el sofrito y el azafrán; lo dejamos cocer todo a fuego suave, hasta que esté todo bien cocido.

Durante la cocción no utilizaremos nada para remover con menear la pota es suficiente. Y si vemos que nos queda seco añadiremos poco a poco agua caliente.

Este tipo de platos están mejor si se dejan reposar unas horas, incluso de un día para otro.

Una vez reposado, si es necesario, se añade la sal (el compango ya le aporta sal).