28 diciembre, 2014

PASTELES DE GLORIA

Esta es la última entrada del 2014 y como siempre, toca agradeceros que, un año más, estéis conmigo en este espacio de cocina. Gracias a los que me sois incondicionales, a los nuevos seguidores que se han sumado este año, a los que se asoman de cuando en cuando y a los que desde cualquier punto me siguen con cariño y respecto. 

Antes de empezar con la receta, desde mi casa, mi familia y yo queremos desearos un Feliz 2015, que en este nuevo año se cumplan todos vuestros deseos y que venga cargado de felicidad y salud para todos.

¡¡¡¡¡¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!!!!!


INGREDIENTES: (para 10 pasteles bien grandes)

Para el mazapán:

250 gr. de almendra molida
175 gr. de azúcar
50 ml. de agua.

Para la crema de yema:

85 gr. de azúcar
25 ml. de agua
4 yemas
1 cucharadita de maizena

PREPARACIÓN:

En un cazo echamos el agua y el azúcar, no lo tocamos y una vez que empiece a hervir lo dejaremos unos 4-5 minutos. Después añadimos la almendra de golpe, le damos unas vueltas y lo sacamos para una fuente plana que habremos cubierto con papel vegetal o film, lo tapamos también con papel, lo aplanamos con la palma de la mano y lo dejamos reposar hasta que enfríe (se puede dejar toda la noche).

Mientras enfría preparamos la crema de yema. 

En un cazo echamos el agua y el azúcar y lo dejamos cocer aproximadamente unos 8-10 minutos

Separamos las claras de las yemas y vamos echando éstas en un cuenco, añadimos la maizena y  revolvemos bien.

Cuando tengamos el almíbar lo apartamos del fuego y con  mucho cuidado vamos añadiendo las yemas, tiene que caer solamente un hilo de yema y revolveremos sin parar con una varillas manuales. Cuando hayamos incorporado todas la yemas ponemos de nuevo el cazo al fuego hasta que espese. La apartamos del fuego y la tapamos. Dejamos que enfríe.

Cuando lo tengamos todo listo empezamos a preparar los pasteles.

Con un cuchillo cortamos un trozo del mazapán, lo colocamos sobre la meseta de trabajo y con un rodillo lo extendemos aproximadamente del grosor de medio centímetro aproximadamente. Cortamos un círculo con ayuda de un cortapastas. Lo colocamos sobre el molde dándole profundidad.


Lo cubrimos con la crema de yema.


Volvemos a cortar otro círculo, lo colocamos encima.


Sellamos los bordes bien con los dedos para que no salga la crema.


Igualmente se puede hacer con la manos, aprovechando el hueco de la palma. 

Cuando las tengamos todas encendemos el horno a 220º en posición arriba y abajo. Una vez caliente colocamos los pasteles sobre la bandeja del horno que habremos cubierto con papel vegetal y dejamos que se hagan no más de 5 minutos, solo queremos que cojan un poco de color, así que para ello colocaremos la bandeja en una posición más bien alta. 

Los sacamos del horno y dejamos que enfríen completamente. Una vez fríos los espolvoreamos con abundante azúcar glass. 

Mejoran con el paso del tiempo, al tercer día de hacerlos están muchísimo más ricos.